Los mil caminos de la vida

“Siglos de siglos y solo en el presente ocurren los hechos; innumerables hombres en el aire, en la tierra y el mar, y todo lo que realmente pasa me pasa a mí”.

de “El jardín de senderos que se bifurcan” de Jorge Luis Borges

¿Qué habría pasado si hubieras subido a ese tren?

¿Qué habría sido de tu vida si hubieras aprobado aquella asignatura que implicó que cambiaras de carrera?

¿Cómo sería tu vida si en vez de haberte hecho abogado te hubieras hecho ingeniero cuando en su momento no sabías por qué decidirte?

¿Dónde estarías ahora si no hubieras dejado a tu primer amor por esa persona más vistosa que prometía novedad ante el acostumbramiento y que duró lo que un suspiro?

¿Cómo sería tu día de hoy si no hubieras hecho aquel viaje que te abrió a un nuevo camino?

¿Qué habría pasado si en vez de haberte quedado te hubieras ido?

¿Dónde tomarías tus cafés si en lugar de haberte marchado te hubieras quedado?

¿Qué aromas olerías en tu recorrido diario de rutina si hubieras tomado una decisión distinta en aquel día que tanto marcó tu rumbo?

¿Cuáles serían tus amigos hoy si no hubieras decidido hacer aquel corte?

¿Quiénes estarían ahora a tu lado si hubieras tratado de comprender aquellas ofensas del pasado?

¿Qué harías esta tarde, esta noche y pasado mañana si el miedo a dar aquel paso no te hubiera atenazado?

¿Cómo serían tus días si hubieras meditado más aquel impulso precipitado?

¿Qué sería de ti hoy si le hubieras hecho más caso a tu corazón que a tu cabeza?

¿Quién serías hoy si le hubieras dado un lugar a tu cabeza cuando tu corazón te arrastraba?

¿Cómo serías ahora si no hubieras oído tanto los comentarios y consejos de los demás?

¿Dónde dormirías esta noche si hubieras escuchado atento los consejos de quienes te amaban?

¿Sabes?, la mayoría de los pasos que das puede que no modifiquen nada tu vida de manera sustancial.

Pero hay algunos, pocos o muchos, no sé bien… pero sí hay algunos que cambian totalmente el destino que se prefiguraba.

¿Sabes?, has sido creado con libre albedrío.

¿Sabes?, eso te da una enorme responsabilidad.

No, no lo tomes como una carga, es una libertad que tienes, es maravilloso pero también una responsabilidad.

Y no solo sobre ti, también sobre quienes te rodean.

¿Sabes?, una decisión que tomes no solo puede modificar tu vida para siempre, también puede hacerlo con la vida de los demás.

¿Sabes?, no pasa nada, has tomado buenas decisiones y también de las malas.

Has acertado y te has equivocado.

Y la mayoría de los errores no puedes revertirlos; algunos sí.

Pero puedes ser consciente a partir de ahora de lo que pones en juego en ciertos momentos, de lo que significará para ti y para esa gente que tanto quieres.

Lo hecho, hecho está.

Pero aún puedes hacer cosas, puedes aceptar que has hecho lo que has podido o que podrías haberlo hecho y no lo hiciste; analiza y toma aprendizaje, mucho más no podrás hacer.

Y también puedes arrepentirte sinceramente y perdonar y perdonarte y pedir perdón. No sabes qué bien hace.

Muchos de los pasos que des no sabes adónde te llevarán exactamente, pero habrás de darlos igualmente.

Así que toma recaudos.

Guíate por tu corazón pero no solo por tu corazón.

Guíate por tu cabeza pero escucha también las dudas de tu corazón.

Camina con los pies.

Ten la cabeza sobre el cuello.

El corazón en el centro.

Usa todo lo que se te ha dado e intégralo lo más que puedas.

Y tómate tiempo en los momentos importantes, y evalúa las consecuencias, y consulta a quienes te aman, y mira también si no habrá perjuicios secundarios para ellos.

¿Sabes?, vinimos a este mundo con mil caminos posibles pero solo haremos uno y solo uno.

Y en algunos aspectos podremos delinearlos y en otros aceptaremos que no seremos nosotros quienes decidiremos.

Los mil caminos de la vida están ahí, míralos con una sonrisa tierna, y camina con fe aceptando el que vayas emprendiendo con compromiso y lo mejor que puedas.

No hay nada de mágico en el vivir, es algo simplemente real; solo trata de que se convierta en lo más hermoso que esté a tu alcance y si haces feliz a alguien más, siente esa felicidad que recorre tu cuerpo al haber sembrado tu gotita de amor y bien.

Es tan simple y tan difícil a veces, pero no hay mucho más, solo ese llanto en la depresión sin saber cómo salir de ahí y ese privilegio increíble de poder oler un jazmín profundamente hasta quedarse alojado en la nariz.

Leandro Ojeda López