Desenreda los nudos, deshace los lazos y camina lentamente abriendo de a poco el corazón.
Y ten en cuenta empezar por el principio, seguir todos los pasos y no querer llegar antes del momento oportuno.
Y ten en cuenta ir haciendo todo a la vez, por pasos pero sin desatender lo que ya esté abierto de cada etapa o jamás empezarás a caminar.