Si te tomas algún día para experimentar tu libertad y dejar voluntariamente la auto presión, puede que al día siguiente amanezca otro yo.
Y si sales hoy a caminar aprovechando este hermoso sol.
Y si te vistes de naranja y te pones una bufanda de lunares rojos.
Y si haces algo extraño, loco, divertido, desajustado con tus normas.
Y si no haces nada de lo que tenías planificado para hoy y te tiras a la marchanta.
Y si mandas al carajo tu perfección y tu obsesión por la excelencia y te dejas vivir de una vez.
Y si de paso, dejándote ser absolutamente imperfecto, dejas vivir a los demás.
Y si dejas caer un papel fuera de la papelera y sigues como si no te hubieras dado cuenta para experimentar el error, la dejadez y la falta de consideración.
Y si te tomas un helado bien grande con mucho azúcar, enormidad de colorantes, aromatizantes y químicos artificiales.
Y si pones tu casa hecha un asco y no recoges nada hoy.
Y si en vez de maldecirte cada vez que fallas, celebras, te cagas de risa, te bendices y te montas en autoalgarabía porque en cada fallo confirmas tu humanidad.
Y si te dejas de joder con buscar la paz, la verdad, la solución a todos tus problemas, la experimentación de la no dualidad, la superación del ego, la iluminación y te pones a vivir simplemente con lo que tienes ahora, aquí, en este momento de gloria o de mierda, en este momento que está así y de ninguna otra manera.
Y si haces hoy todas esas cosas que juzgas están muy mal y que rechazas violentamente de los demás, y te pones a hacerlas a ver qué se siente, a ver qué sentirá el otro haciendo esas barbaridades y pruebas a comprender desde donde funciona ese otro que tanto repruebas pese a todos tus mantras, tus meditaciones y tus prácticas del perdón.
Y si meas un poquito fuera de la taza y comes con la boca abierta y te limpias la boca con el mantel y sales despistadamente con la bragueta abierta y te ríes solo por la calle y cantas canciones inventadas con palabras malsonantes.
Y si aunque sea solo por hoy dices no cuando quieres decir no y sí cuando deseas decir sí.
Y si aunque sea solo por hoy te apruebas todo lo que haces y te amas con un amor propio casi sexual y cada vez que te dices algo negativo sobre ti, te ríes y hasta te burlas de ti en lugar de pretender ser exquisito con tu lenguaje.
Y si hoy te permites publicar en tu red social algo que crees, sientes, concuerdas pero que es políticamente incorrecto y sabes que muchos de tus amigos se asombrarían de que publiques eso.
Y si hoy te permites no ser absolutamente agradable para todo el mundo, y te aceptas no ser querido por todos, y te muestras desnudo sin ser ejemplo de coherencia ni de bondad absoluta ni de sabiduría, y te echas un poco de mierda sobre tu propia imagen aún a costa del qué dirán y miras si así te sientes más libre y te despojas de algunas ataduras.
Pinturas: Jacek Yerka
Tómalo como una invitación, un juego, una prueba de a ver qué pasa si…
Y no me hagas caso si te parece que me volví loco, que me fui al carajo y estoy siendo completamente inadecuado respecto a los esquemas del desarrollo personal y la vida con propósito.
Y si cambio la segunda persona en la que siempre escribo aquí y de repente uso la primera persona del singular, para probar, solo para ver qué pasa, solo por hoy, porque sí y sin más historias.
Y si lo hago a partir de la siguiente oración, aunque en rigor deba reconocer que ya lo he hecho en la anterior, pero me es evidente que no encuentro solución gramatical para resolver este conflicto lingüístico.
Y si me permito escribir estas líneas casi inconexas, casi incoherentes algunas con mi propia filosofía.
Y si me permito publicar esto porque no me salía nada mejor que escribir y llegaba la hora de publicar y no tenía nada que valiera la pena.
Y si me permito hoy hacer todo al revés y todo mal o todo bien y sin juzgar si está bien o mal, simplemente hacerlo porque sí y sin explicar nada ni buscar sentidos ocultos ni mensajes milagrosos.
Y si me permito ser libre.
Libre, simplemente libre, con el único límite de no dañar a nadie conscientemente.
Y bueno, ¿por qué no?, ahí va, ya está hecho.
Y si ahora para rematar vuelvo a la segunda persona sin preguntarme por qué lo hago, si es miedo a romper la estructura habitual o porque me da la gana y punto.
Y si hoy, al menos hoy, te permites experimentar con una libertad que no conocías que estaba en ti.
Algún día, a veces, de vez en cuando, se hace necesario liberar la libertad.
Leandro Ojeda López
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